sábado, 9 de febrero de 2013

"Hace siglos, los marineros en los viajes largos solían dejar una pareja de cerdos en cada isla desierta. O bien dejaban una pareja de cabras. En cualquier caso, en sus visitas futuras, la isla los aprovisionaría de carne. Se trataba de islas prístinas. En ellas vivían razas de pájaros que no tenían depredadores naturales. Razas de pájaros que no vivían en ninguna otra parte de la Tierra. Sin enemigos, las plantas que había allí evolucionaban sin espinas ni veneno. Sin depredadores ni enemigos, aquellas islas eran paraísos.
La siguiente vez que los marineros visitaban las islas, solamente encontraban manadas de cerdos o de cabras.
Ostra está contando esta historia.
Los marineros llamaban a esta práctica 'sembrar carne'.
Ostra dice:
-¿Os recuerda esto a algo? ¿Tal vez a la vieja historia de Adán y Eva?
Mira por la ventanilla del coche y dice:
-¿Os preguntáis a veces cuándo va a volver Dios con un montón de salsa barbacoa?"

(Nana, Chuck Palahniuk)